miércoles, 22 de octubre de 2014

Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos

Sobre cómo llegué a la Psicología positiva (o ella llegó a mí).


Siempre quise estudiar Psicología porque me parecía la mejor manera de ayudar a las personas. "Paz mental, paz mundial" siempre ha sido mi motto, así que decidí rebelarme, dejar Derecho y empezar a estudiar la psykhé.

La carrera me encantó desde que mi primer profesor dijo la primera palabra. Y me pasaba que cosa que estudiaba, cosa a la que me quería dedicar. Psicología infantil, "porque yo de niña fui al psicólogo y me ayudó un montón y quiero devolver lo que recibí"; clínica "para tratar casos de estrés, porque, la verdad, no me siento lo suficientemente fuerte para tratar una depresión, ¡soy capaz de ponerme a llorar con el paciente!"; social, ¡oh! social... Hasta que en cuarto de carrera dije "esta es".

En cuarto llevé "Desarrollo y formación del personal" y "Dirección de Recursos humanos" con el profesor David Aguado (mil gracias, profe). Aprendí muchísimo, sobre todo me quedó grabada la máxima de sus clases: el bienestar del trabajador siempre es primero. Para mí, que siempre había rechazado dedicarme a cualquier cosa relacionada con lo laboral, fue como ver la luz.
Hace un año, octubre 2013, llegaba el momento que había esperado desde que empecé la carrera: el practicum. ¡Finalmente podré ver el mundo laboral real! Pues no. El 8 de octubre traje al mundo al amor de mi vida y, como en la facultad habían eliminado la opción de hacer el practicum en el segundo cuatrimestre, me veía obligada a hacer el practicum de investigación. Escogí la plaza en Salud laboral y recursos personales con Eva Garrosa, magnífica tutora, y me metí a ello. No me quedaba otra. Pero ¿conoces la frase "todo pasa por algo bueno"? Se dio tal cual.

Razones tenía para estar estresada. Trabajar casi a tiempo completo, aprobar las 5 últimas asignaturas de la carrera, el practicum, el baby... y yo soy de las que sufre de migrañas por estrés.  Y esperaba muchas.  Sin embargo, sucedió lo que menos me esperé.  No recuerdo cuándo, cómo ni dónde, sólo recuerdo que me enamoré de la psicología positiva. De pronto, me vi experimentando el flow.  Ver las dificultades como retos en vez de como problemas, disfrutar el momento presente, trabajar fortalezas como la resiliencia, el optimismo, la autoeficacia y la esperanza... Yo misma empecé a aplicar lo que aprendía en mi día a día y a pesar de que esos 6 meses han sido el mayor reto que he tenido en toda mi vida, sólo tuve una o dos migrañas. Terminé basando mi trabajo en la Psicologia positiva y se llamó Programa de desarrollo de capital psicológico y mejora de recursos organizacionales en restaurantes independientes.



Me licencié. Tuve unas maravillosas vacaciones en Lima con toda mi familia y un road trip por Perú con mi amado esposo, quien renunció a todo para apoyarme al máximo esos 6 meses.  Actualmente estoy haciendo los siguientes MOOCs:
- Habilidades y competencias a través del coaching personal (Universidad de Cantabria)
- Mindfulness para regular las emociones - Programa inteligencia emocional plena (Universidad de Málaga)
- The science of happiness - Positive Psychology (University of California- Berkeley)
Y a fin de mes empiezo el posgrado Especialización en Psicología Positiva Aplicada, dirigido por Marisa Salanova en la Universitat Jaume I. ¡Qué ganas!


Espero de corazón que lo que comparta en este blog sea de utilidad para muchos. Confío en la Psicología y en la Psicología positiva porque yo misma lo he experimentado y lo sigo experimentando y sé que puedo poner mi granito de arena en mejorar la calidad de vida de las personas


Bienvenidos todos!!